Primer error. Llegar temprano. Recién se iba a poder entrar a las 9:00 horas. Se esperó pacientemente.
Segundo error. No nos dejaron entrar a las 9:00. Pasó el tiempo y la gente se empezó a impacientar. Primero fueron “aplausos”, luego ya se empezó a decir que esto era una vergüenza, por qué no vuelven y trabajan en el grado, que no preparaban nada (se recuerda que todo tenía que estar más que listo porque las elecciones se debían realizar anteriormente y fueron aplazadas)
Tercer error. Todos se lavaban las manos diciendo: -yo no soy el encargado, esperen que ya averiguo.
Cuarto error. Ante la falta de respuestas a las 9:15 horas los docentes entramos por la puerta, sin ser invitados y sin ser contenidos.
Luego cada uno, en perfecto orden, se apostó frente a la mesa donde se debía votar y se esperó pacientemente a que trajeran urnas, papeles, certificados, sellos. En definitiva nada estaba preparado y los únicos que llegamos a tiempo fuimos los votantes.
Una vez que se terminó de votar ahí, había que ir a votar por la Junta de Disciplina, y ahí otra vez el mismo descontrol, no estaban o no le habían puesto precintos a las urnas, faltaban papeletas de algunos sindicatos…
Y encima de todo esto tuvimos que ir a votar lejísimo de nuestra residencia. ¡Qué lindo que es ser docente y vivir en Argentina!
jueves, 29 de noviembre de 2007
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